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lunes, 28 de febrero de 2011

EL NIÑO QUE QUERÍA SER MONET

Kieron Williamson es un joven artista británico que a su corta edad ha encontrado el dulce sabor del dinero en la pintura. El pequeño pintor de 8 años ha vendido en su segunda exposición toda su obra, 16 pinturas, por el valor de 20.450€, con un precio mínimo de 1.000 por obra. Su trabajo comprende el óleo, acuarelas y pasteles. Los padres dicen que el chico coge las pinturas cuando le apetece para no forzarlo y que su talento se pierda como el de otros chicos prodigio. Éstos descubrieron la habilidad de su hijo cuando éste empezó a pintar en el hospital donde se encontraba su padre después de un accidente. Al ver la curiosidad y la facilidad del niño, decidieron consultar a galerías y artistas, a lo que respondieron diciendo que Kieron tiene una destreza única para un niño de su edad. Ante la pregunta de si se ve como el próximo Picasso, el pequeño Williamson responde que no quiere serlo, prefiere a Monet.
 Pinta una media de 6 paisajes a la semana y tiene una lista de 700 personas esperando para comprar su obra. 
Ante todo esto deberíamos preguntarnos si está sobravalorada su obra, si estamos ante una genial divinidad artística o si éste es otro juego del mercado del arte, al cual no le importa involucrar a un niño de 8 años en su círculo de oscuras perversiones.






+ info en: http://www.kieronwilliamson.com/